Los niveles de contaminación lumínica podrían doblarse en pocos años si se ignora el color de la iluminación
Un estudio reciente muestra la importancia del color de la iluminación, un factor al que los sensores más utilizados son ciegos
IAA/DICYT La preocupación por la
contaminación lumínica surgió en el ámbito astronómico, por la pérdida
de calidad del cielo que perjudica las observaciones y que ha provocado
incluso el cierre de observatorios históricos, como el de Monte Wilson
en Los Ángeles. Sin embargo, en la última década han proliferado
estudios que relacionan el exceso de iluminación nocturna con problemas
en nuestra salud y con perjuicios en los ecosistemas que, sumados al
derroche energético, muestran la importancia de regular la contaminación
lumínica.
Ahora, un estudio liderado por el Instituto de Astrofísica de
Andalucía (IAA-CSIC) muestra que los sensores más comunes para
monitorizar la contaminación lumínica en todo el mundo -Sky Quality
Meter (SQM) y los satélites VIIRS y DMSP- tienen un limitación
fundamental para trazar la evolución de la contaminación lumínica: son
sensores “daltónicos” y no ven en color.
"Aunque las imágenes de iluminación nocturna que estamos
acostumbrados a ver muestran color, se trata de una interpretación
artística de imágenes en blanco y negro -apunta Alejandro Sánchez,
investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía que encabeza el
estudio-. Así, el recientemente publicado Atlas Mundial de la
Contaminación lumínica solo representa la punta del iceberg, como los
autores ya reconocían en el artículo, ya que fue calibrado
principalmente con este tipo de dispositivos".
En el estudio se muestra cómo el sensor más popular para trazar la
evolución de la contaminación lumínica desde tierra, el SQM, podría
estar dando valores iguales para una ciudad iluminada con sodio y otra
con LEDs blancos de 3000 kelvin cuando, en realidad, puede haber un 100%
más de contaminación lumínica en el segundo caso (los kelvin son la
medida empleada para medir la temperatura de color de los LEDs).
“Esto es muy importante porque nos hallamos en un momento crucial: en
ciudades de todo el mundo se están sustituyendo las lámparas de sodio
tradicionales por dispositivos LED, y vemos que en este caso es
fundamental controlar el color ya que podemos tener la falsa sensación
de estar reduciendo la contaminación lumínica cuando en realidad la
estamos duplicando", señala Alejandro Sánchez (IAA-CSIC).
El estudio indica cómo el cambio a LEDs blancos puede llegar a
contaminar lo mismo que las tradicionales lámparas de sodio, pero para
ello es necesario bajar la potencia al menos a un 42% y no emitir luz
directa por encima de la horizontal.
Gracias a las conclusiones de este estudio, ratificadas por un
informe del Departamento de Energía de Estados Unidos publicado la
pasada semana, los Ayuntamiento de Montreal y Quebec han decidido
modificar su plan de alumbrado público, reduciendo a un tercio la
intensidad de los nuevos LEDs, con el compromiso de no usar iluminación
que supere los 2700 kelvin.
"La contaminación lumínica es un problema serio, que debe abordarse
desde las agendas políticas. No solo por sus consecuencias sobre nuestra
salud o los ecosistemas, sino porque solo en España supone un derroche
de entre 655 y 1255 millones de euros anuales", señala Sánchez
(IAA-CSIC).
Soluciones
Existen actualmente sistemas para controlar de manera eficiente la
evolución de la contaminación lumínica mediante nuevos sensores: la
Universidad Complutense de Madrid ha diseñado un sensor sensible al
color y Unihedron, el fabricante del SQM, trabaja en la solución del
problema. También pueden resultar muy eficaces las imágenes tomadas por
los astronautas con cámara reflex desde la Estación Espacial
Internacional, un recurso empleado en el proyecto Cities at night
(www.citiesatnight.org).
Además, el uso de nuevos modelos de propagación de la contaminación
lumínica que tengan en cuenta estos factores es fundamental para su
control. Otra solución reside en el uso de LEDs de tipo ámbar o
temperatura de color inferior a 2200 k, que no presentan el problema que
presenta el cambio de iluminación a LED blancos.
Calidad del cielo
El IAA-CSIC creó en 2016 la Oficina de Calidad del Cielo para
asesorar a instituciones y proteger los observatorios de Andalucía. En
el primer año de existencia ha resuelto ya más de cincuenta consultas y
lleva a cabo un trabajo de control vía satélite de las fuentes de
contaminación que afectan a los observatorios.
Entre los trabajos que realiza la oficina se encuentra un estudio de
la relación entre la luz detectada desde satélite y cáncer de mama y
próstata, un nuevo modelo programa de modelización 3D de la
contaminación lumínica, la teledetección usando globos estratoféricos, y
un concurso de fotografías de CL en espacios protegidos. La Oficina
también asesora a municipios que quieran promover el astroturismo en su
región y obtener certificaciones de calidad del cielo.
"Desde la oficina hemos asesorado también a la plataforma
MadridDecide, que estudia la realización del primer estudio de impacto
ambiental de la contaminación lumínica de España a gran escala. Esta
propuesta ya ha sido evaluada de manera positiva por los técnicos del
ayuntamiento y necesita del apoyo de los ciudadanos para ser
seleccionada. La investigación a la que se refiere este artículo ha sido
fundamental, ya que analiza el posible incremento de la contaminación
lumínica de grandes ciudades que han sustituido parte o todo su
alumbrado por LEDs recientemente, como Madrid o Milán", apunta Alejandro
Sánchez (IAA-CSIC).
Gran parte de estos trabajos se realizan dentro del proyecto Europeo Stars4all.
Referencia bibliográfica | |
A. Sánchez et al. "Sky Quality Meter measurements in a colour-changing world". Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, 467, 2966–2979 (2017) DOI: 10.1093/mnras/stx145 Fuente: http://www.actualidadambiental.com/linkext.asp?iddocrd=6354&destino=http%3A%2F%2Fwww%2Edicyt%2Ecom%2Fnoticias%2Flos%2Dniveles%2Dde%2Dcontaminacion%2Dlumi nica%2Dpodrian%2Ddoblarse%2Den%2Dpocos%2Danos%2Dsi%2Dse%2Dignora%2Del%2Dco lor%2Dde%2Dla%2Diluminacion |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario